TRAS LA VERDAD

POR ;HÉCTOR PARRA RODRÍGUEZ

Martes 13 de diciembre de 2016.- Por medio de las redes sociales un grupo de taxistas convocaron a “estrangular” las vías de comunicación de la ciudad capital, para protestar por la intromisión de “taxis piratas” y la tolerancia de las autoridades en consentir la irregularidad.

Sin identificarse, uno de ellos convocaba a reunirse mañana miercoles 14 de diciembre en la Alameda Hidalgo, a las 10:00 de la mañana, para distribuirse por las avenidas de Constituyentes, Zaragoza, Cinco de Febrero, Carretera a Celaya y Carretera México-Querétaro.

El sujeto que hizo el llamado, con palabras soeces y agresivas advertía que iban a hacer un “boicot al gobierno del estado”, ocasionando un problema a la ciudad. Advertía que si tenía hijos en las escuelas no los llevaran. Que aquellos que no asistieran a la cita, sufrirían represalias.

Animaba a los “taxistas” haciéndoles saber que se estaba “juntando toda la pinche banda loca de taxistas”; en su mensaje de voz por watsup los azuzaba diciéndoles: “imagínese como va a estar la pinche ciudad con las principales entradas y salidas cerradas”.

Ya por la tarde de hoy martes 13 de diciembre, otra información se empezó a difundir, un supuesto taxista que dijo llamarse Jhonatan Ruiz Arriaga, se comprometió a que él no iría a ningún bloqueo, que él se dedicaría a trabajar y exhortaba a los demás taxistas a que hicieran lo mismo; en su mensaje de voz comentó que es padre de familia de tras niños y tiene que trabajar; que la Dirección de Transporte es la  responsable de resolver el problema conforme a la ley.

Poco después se informó que la Fiscalía del Estado iniciaba una carpeta de investigación en contra de aquellos que pretendían hacer el bloqueo de calles con sus taxis. Y no le falta razón a la Fiscalía, dado que la convocatoria era una abierta provocación a cometer varios delitos, como el bloqueo a las vías de comunicación; al menos la tentativa está perfectamente configurada.

Para nadie es un secreto el grave problema que se viene dando en ese sector del transporte público. Primero fue la tibieza del gobierno calzadista con las empresas Cabify y Uber, quienes sin permiso legal alguno, empezaron a prestar el servicio de “transporte ejecutivo”, que no es otra cosa que servicio de taxi en carros particulares.

La competencia era completamente desleal. Claro que el sector de los taxistas llevó a ello, provocando la entrada de las trasnacionales que han ido invadiendo con la prestación de ese “servicio ejecutivo”  en varios países y en caso de México, varias ciudades. Sin permiso alguno, sin control de nada. Los taxistas, en su gran mayoría, prestan un pésimo servicio, haciendo cobros fuera de las tarifas autorizadas –que nadie respeta-, mal trato, mal olor; no se diga en la Central Camionera, acaparada por unos “pillos” que hacen de las suyas oficialmente. Los taxistas corrompieron el medio.

Todo esto dio pauta para que volvieran a surgir más taxis “piratas”, aquellos que también cobran por el traslado en transporte particular, por supuesto sin control alguno. Todo esto generó el movimiento que pretendían hacer un grupo de taxistas inconformes. Sin embargo, el problema que causarían sería mayúsculo a la ciudadanía y no a las autoridades.

De ahí la reacción de las autoridades para contener la posible comisión de actos delictivos a que convocaron los taxistas inconformes. Oportunamente se desmadejó el movimiento que hubiera ocasionado otros problemas derivados de los bloqueos.

Conclusión. Se evitó un gran conflicto que pretendía ocasionar serios problemas a los capitalinos. Una vez más debe reconocerse la existencia de otro problema en el sector del transporte público -de los taxistas– que no ha podido o no han querido resolver. Es tiempo que las autoridades del ramo, Dirección del Transporte, lo atienda y resuelva de fondo. La advertencia ahí está.

 

 

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