Quien va a poner en orden a los fraccionadores o desarrolladores de vivienda en el estado de Querétaro y concretamente en la ciudad capital donde en varias ocasiones han hecho de las suyas y la parsimonia de las autoridades ambientales es más que evidente.
Felipe Urbiola Ledesma el actual Procurador del Medio Ambiente debe intervenir ante lo que ya se considera un verdadero ecocidio en la zona de Peña Colorada, está ya documentado que estos “desarrolladores” desmontaron más de 12 hectáreas en este lugar que se cundiera una zona protegida.
Al parecer solamente hay tenues llamados y unas pírricas multas ante este ecocidio y todo indica que no pasara a mayores, si bien hace poco más de un año no prospero el decreto de que Peña Colorada fuera catalogada como una superficie natural protegida, hay documentos que señalan un polígono que no debe ser tocado por los fraccionadores.
La actual diputada del Partido Verde Ecologista Yolanda Rodríguez Otero es de las pocas personas que han levantado la voz y han denunciado lo que se hizo en Peña Colorada, también ninguno de los grupos ambientalistas tradicionales han dicho nada y todo hace suponer que estamos ante lo que siempre se trato de proteger, que era la tala y raza de muchas hectáreas que están catalogadas como zona protegida.
Pareciera que si bien los desarrolladores tienen derecho a invertir pero no acosta del medio ambiente, no hay Ley que les importe y que se respete solamente sus muy particulares intereses que van en contra de las mayorías y digo las mayorías porque el llamado cambio climático ya nos alcanzó.
De las autoridades federales como PROFEPA y SEMARNAT también se tiene toda la tibieza del mundo y una simple multa no va a alcanzar a componer todo lo que ya devastaron estos llamados fraccionadores.
Esperamos que no haya intereses políticos o que vayan más allá de los intereses de todos los queretanos a quienes finalmente si nos debe importar lo que están haciendo con nuestras áreas catalogadas como “protegidas”, ahora ya no se sabe de quienes están protegidas si de los fraccionadores o de los grupos ambientalistas, los cuales por cierto han brillado por su ausencia.