Es la sociedad quien demanda y reclama juzgadores bien hechos; hombres y mujeres comprometidos: Magistrada Leticia de Lourdes Ortega Bracho, Integrante de la Primera Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Querétaro.

El Juzgador no debe apartarse jamás de su verdadera vocación: juzgar en justicia, con verdadero sentido humano.

Fueron togados 28 Jueces en materia familiar y civil.

La Magistrada Leticia de Lourdes Ortega Bracho, Integrante de la Primera Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Querétaro, señaló que “Es la sociedad quien demanda y reclama juzgadores bien hechos; hombres y mujeres comprometidos. Portadores además de ese sentimiento de humanidad que le produzca a la persona que acude a su instancia para que se le haga justicia, la seguridad y certeza que,  su asunto está en buenas manos”.

Lo anterior, durante la ceremonia de imposición de togas a Jueces en materia Civil y Familiar, celebrada en presencia de los Magistrados del Poder Judicial del Estado, así como del Secretario de Gobierno,  Juan Martín Granados Torres y del Presidente de la Mesa Directiva de la LVIII Legislatura del Estado, Diputado Luis Gerardo Ángeles Herrera.

En este acto, fueron togados 28 Jueces en materia familiar y civil, a quienes les recordó que hablar de un juzgador no solamente es atender a la persona en cuanto a sus capacidades profesionales y conocimientos jurídicos; no es únicamente quien emite resoluciones judiciales de manera pronta, completa e imparcial, sino además es primordial hacer especial énfasis en determinadas cualidades, principios y valores que les permiten desempeñar el cargo con honestidad, respeto y decoro.

La Magistrada Obregón Bracho, refirió que es dentro del Poder Judicial del estado de Querétaro, donde en uso de sus atribuciones, los juzgadores resuelven las controversias que se someten a su consideración, conforme a las leyes y procedimientos judiciales vigentes en el Estado, asuntos del fuero común en materia civil, familiar, penal, justicia en adolescentes y cuestiones constitucionales.

“Labor sin duda compleja para nuestros jueces, quienes encuentran en su diario ejercicio un sinnúmero de situaciones, todas distintas que los hacer resolver –cierto-, aplicando la normatividad, pero también, atentos a los principios rectores de la justicia” indicó.

Recordó a los Jueces la función de la toga, a quienes les dijo, que “es la de proyectar respeto y autoridad tanto a las partes como a los espectadores presentes. Es una forma de comunicar que lo que se está tratando en la Sala tiene la máxima importancia”.

Comentó “para quienes tenemos la encomienda de juzgar, por encima de nuestros trajes o vestidos ordinarios, debemos llevar con nosotros ese símbolo de solemnidad, inspirador de respeto, fácilmente identificable tanto para las partes en un juicio como para el público usuario. El habérseles designado jueces, conlleva no sólo el compromiso que habrán de realizar su labor conforme a la protesta hecha el día de su designación, significa que durante todos los días al resolver las cuestiones que se les plantean, deberán llevar el nombre de “juzgador” con el más alto sentido de responsabilidad, compromiso y cuidado”.

Finalmente, apuntó sobre “Deber de cuidado como a quien se le confía y encomienda uno de los bienes más valiosos: el ser humano. Por ello, señaló, no debe apartarse jamás de su verdadera vocación: juzgar en justicia, con verdadero sentido humano”.

 

 

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