¿TENDREMOS MEJOR TRANSPORTE PÚBLICO?
Por: HÉCTOR PARRA RODRÍGUEZ
El gobernador Francisco Domínguez, ofrece que mejorará el transporte público una vez que esté listo el carril confinado, por el cual solo transitarán los autobuses de la nueva empresa que se denominará “QroBus”.
Será en agosto próximo cuando entre en funcionamiento y cuatro municipios se incorporarán a este sistema, cuyas autoridades deberán adecuar su normatividad en materia de tránsito para que no haya lagunas y, como dice el gobernador, se impongan multas ejemplares a quienes violen los nuevos reglamentos.
Para que funcione bien lo que será esa parte del nuevo transporte público, dado que el vetusto seguirá vigente en otras partes, será necesario que todas las partes se involucren –sociedad, choferes, concesionarios y autoridades- so pena de ser fuertemente sancionados.
Es urgente y necesario cambiar de hábitos para mejorar como sociedad y “transitar” a la ruta de la civilidad en materia de transporte público ¿Seremos capaces de ello en tan poco tiempo? Veamos.
Hasta ahora el mayor fracaso del porqué los queretanos tenemos un deficiente y pésimo transporte público, es imputable la causa a los choferes. Los choferes no han querido subordinarse a la legalidad, al orden y a la civilidad. Además de abusivos y groseros con el usuario y el público en general, regularmente no respetan los reglamentos de tránsito, hacen de las suyas; se paran donde les parece mejor, suben o bajan el pasaje donde les place, ocupan todos los carriles de calles y avenidas, obstruye la fluidez del tránsito vehicular, circulan a exceso de velocidad en la disputa por el pasaje, invaden rutas, usan el teléfono cuando manejan, ponen música a todo volumen, se dan vuelta en lugares prohibidos y en donde les satisface, cada quien viste como se le antoja, muchos de ellos son sucios en su persona; etcétera.
Los choferes no han querido que funcione el “pre-pago” por medio de tarjetas, dado que les impide manejar el dinero a placer, prefieren el dinero en efectivo para así ellos manejar la “cuenta” del día y solo entregar la parte que le corresponde al concesionario; no permitieron que funcionaran cámaras –para seguridad- en los camiones, así no se sabe de sus abusos y tropelías en sus recorridos.
Las autoridades con el paso de los años relajaron las reglas del orden y dejaron en manos de choferes y concesionarios el transporte público. Hubo tiempos que las organizaciones tenían que “mocharse”, dejando una parte de las ganancias en manos de funcionarios, por eso perdieron el control.
Hubo autoridades estatales que vendían los títulos de concesión, de ahí que rebasaron el número necesario de unidades de transporte público, viéndose en la necesidad de abrir y abrir nuevas rutas para que pudieran “caber” los cientos de camiones ¡El negocio floreció! Muchas de las rutas fueron o siguen siendo innecesarias, pero las ganancias lo ameritaban.
La fuerza política y económica de las organizaciones del transporte –como el pulpo camionera- creció, se asoció con partidos políticos, vamos incluso hasta candidatos llegaron a imponer y apoyar campañas políticas. La empresa –concesionarios- superó a las autoridades, a quienes ponían de “rodillas” cuando intentaban cambiar el “statu quo”. Se invirtió –como con la delincuencia organizada- el equilibrio de poderes. Hubo líderes que salieron huyendo debido a los fraudes en las “ventas” de concesiones; eso sí, no han pisado la cárcel aquellos exservidores públicos que se enriquecieron con la venta de concesiones, viven felices hasta hoy.
En tanto lo anterior sucedía, los usuarios perdieron el respeto al transporte público. Automovilistas invadieron espacios para subir y bajar pasaje, por eso los choferes también invadieron espacios que nos les correspondían; el pasajero gustó de subir donde hacía la parada y pedía bajadas a mitad de calle, en tanto los choferes incluso “bloquean” bocacalles para que el pasaje suba o baje, sin que el usuario se incomode; suben o bajan al inicio o término de una calle, no respetan señalamientos, piden la parada donde literalmente los “agarra” el camión, incluso en plena curva sin importar los peligros que encierra para todos.
Total que en el caos del transporte público masivo participan todos, nadie se escapa, la responsabilidad es compartida y todos nos quejamos del mal servicio de transporte que tenemos en Querétaro ¡La corrupción y el desorden alcanzó a todos!
Así que, una vez que entre en funcionamiento lo que se espera sea la nueva modalidad del transporte público en algunas avenidas, es deseable que todos participemos para tener éxito. De tal suerte que muchos que hoy usamos transporte privado podríamos empezar a usar un servicio público de calidad, puntual, limpio, respetuoso y seguro ¿Acaso no podemos alcanzar ese nuevo “statu quo” que se pretende? ¿Acaso nos merecemos seguir viviendo en el caos vial que a diario sufrimos? Por supuesto que es posible regresar al pasado en donde hubo tiempos en que todo funcionaba con respeto y orden.
Ni unos ni otros deben esperar a que haya sanciones económicas severas para mejorar el transporte público, medio de movilidad que será en beneficio de todos los que habitamos la zona metropolitana. Es tiempo de demostrar que los queretanos somos capaces de vivir en una democracia de respeto y solidaridad ¡Bienvenido el nuevo sistema de transporte “QroBus”.