NO TIENEN REMEDIO LOS PERREDISTAS
POR: HÉCTOR PARRA RODRÍGUEZ
Por si no fuera poco la desestabilización que causa Miguel Barbosa, coordinador de la bancada en el senado del PRD, con aquello de su anticipado apoyo al candidato Amlo, el pasado fin de semana Alejandra Barrales, tuvo que suspender la sesión de elección de su candidato al gobierno del Estado de México, por los conflictos entre las “tribus”.
Javier Salinas Narváez, uno de los interesados en la candidatura perredista, a razón de la suspensión de la elección interna, ahora pide la cabeza de su dirigente nacional. De verdad que estos tipos no entienden; su partido se desmorona poco a poco y todavía le soplan para que caiga más rápido. Otro de las pretendientes, Juan Zepeda, se dijo disciplinado con la suspensión de la elección interna, en la que, dijo, hubiera arrasado.
La dirigente nacional, Alejandra Barrales, no se atrevió a presidir la reunión de elección interna perredista por las fuertes divisiones que tienen los distintos grupos –todos divididos- que pretenden la candidatura. Uno de ellos lo encabeza Alejandro Encinas, quien ya desperdició la oportunidad hace 6 años al perder frente a Eruviel Ávila. Encinas está perdido.
Los perredistas fueron los responsables del fracaso de la alianza electoral con el PAN, puesto que aquellos querían la candidatura y por supuesto que los panistas no iba a ceder un ápice, ellos ya habían decidido –Ricardo Anaya- por Josefina Vázquez, a quien terminaron por imponer el pasado fin de semana, a pesar de muchas voces inconformidades de la militancia, entre ellas la de Ulises Ramírez, quien pedía a gritos la contienda interna que nunca hubo; este aseguraba que Vázquez Mota perdería la interna, pero ante la imposición de la dirigencia nacional, no le quedó más remedio que aguantarse.
Estas confrontaciones dieron al traste con la coalición electoral que nunca firmaron ni registraron ante el órgano electoral del Estado de México.
El tiempo ha transcurrido, PRI, PAN y Morena ya tienen a sus respectivos candidatos al gobierno del estado, no así el PRD que no ha logrado apaciguar a los revoltosos y belicosos. Más bien parece una estratagema de los mismos perredistas para seguir debilitando a su partido y entregar las “migajas” a Morena, que se lleva todo lo que tiran los perredistas.
Ahí está la inconcebible traición de Miguel Barbosa, quien sin ambages adelanta que apoya a Amlo para la Presidencia de la República, cuando que su obligación ética y política debe ser respaldar al candidato de su partido, pero no; las traiciones a la vista de todos y el PRD continúa debilitándose, seguramente están a la espera de los restos a que aspiran los perdedores: los plurinominales.
Una lástima que lastima los diferendos entres los sedicentes izquierdistas. Por eso no han podido trascender y llegar a convencer al electorado, si ellos mismos no logran ponerse de acuerdo, mucho menos con aquellos que no comulgan con su ideología, la cual por cierto ha perdido el rumbo; la brújula se la llevó Andrés Manuel López, por eso los perredistas siguen más extraviados.
Dos retos importantes en puerta tiene Alejandra Barrales. Uno, convencer a Barbosa que deja la coordinación de la bancada de los senadores, quien a su vez se queda con las prerrogativas del Senado, para acciones que favorezcan a su candidato a la Presidencia de la República, quien es el principal demoledor del PRD.
El segundo reto, aquel que la lleve a un buen camino y le permita conseguir una elección interna lo más “civilizada” posible entre las “tribus”, para elegir su candidato al gobierno del Estado de México. Vaya panorama sombrío el que enfrenta Alejandra Barrales y por ende los perredistas. Y así quiere ser candidata del PRD a la CDMX. Si no logra vencer y convencer a las “jaurías”, difícilmente logrará conseguir su objetivo ¡No tienen remedio los perredistas!