¿AHORA QUÉ SIGUE?
POR: HÉCTOR PARRA RODRÍGUEZ
Sin lugar a dudas que el año 2016 estuvo lleno de problemas, sin embargo también de satisfacciones. Como todos los años. Y este no podía ser la excepción. Sin embargo la molestia ciudadana de fin de año por la inminente alza en los combustibles hace mucho que no se daba, traerá un año 2017, con muchas complicaciones.
A partir de mañana entran en vigor –como todos los años- las disposiciones fiscales hacendarias que fueran aprobadas por las legislaturas y los ayuntamientos. La cascada de pagos que deben hacerse al fisco, sea federal, estatal o municipal, tienen que cumplirse; aunque hay quienes incitan al no pago por aquello de las corruptelas y despilfarro de los políticos, más no se cumplirá el capricho de no pago.
Aquel que se dijo ciudadano y ganó la gubernatura del Estado de Nuevo León, a quien le aplaudieron a su llegada por haber ganado a todos los políticos, hoy es rechazado por la creación y elevación de los impuestos; manifestaciones en palacio de gobierno con la quema de su imagen dan cuenta del enojo ciudadano. El ciudadano se convirtió en político y ya es odiado por los neoloneses.
Un año que nos deja muchas secuelas en el ámbito de la inseguridad, los homicidios al alza, los secuestros, los robos, los asaltos; la delincuencia incontenible y las autoridades sin poderla contener con eficacia y eficiencia; eso lo saben los delincuentes, por eso el aumento de los delitos. Sumado a la protección excesiva de sus derechos humanos por parte de “organizaciones sociales” dedicadas a defenderlos y los mismos organismos creados para ello. Vamos, incluso hay medios de comunicación que agreden, fustigan a las autoridades cuando hace detenciones, critican por medio de sus impresos o digitalmente y defienden a los delincuentes, haciéndolos parecer como víctimas del sistema inquisitorio.
Como no va a estar molesta la ciudadanía con los políticos, cuando muchos de ellos se han dedicado a agredirla eliminando derechos adquiridos, como sucedió con eso de las jubilaciones y pensiones; las Afores que son un gran negocio para las administradoras y cuando el trabajador hace uso de sus ahorros recibe cantidades irrisorias que no alcanzan para sostener una vejez con dignidad. Los salarios sigues siendo sumamente faltos de remuneración con dignidad, los empresarios se niegan a pagar buenos salarios, mucho menos buenas prestaciones, con el pretexto de las cadenas inflacionarias; en cualquier economía del mundo liberal o no, entre mayor capacidad adquisitiva tengan los trabajadores, mayor capacidad de compra habrá ¿Entonces, por qué no mover la economía? Los Bancos –los dueños por supuesto- siguen enriqueciéndose por los altos intereses, más ahora que aumentaron, dinero que aportan los mexicanos y se lo llevan al extranjero ¡México lleno de injusticias!
Por esto y mucho más complica el tenso ambiente con lo de la liberación de los precios de los combustibles, les fallaron los pronósticos a los políticos, cuando pensaban que iban a bajar los precios con aquello de la reforma energética que aprobaron el PRI, el PAN, el PRD y sanguijuelas, en el “Pacto por México”, resulta que el concierto internacional los llevó al alza, el peso a la baja y el petróleo se hunde. Eso sí, los impuesto del IVA y el IEPS, a chaleco se pagan, esos no bajan; son una de las mayores fuentes de ingresos para la hacienda federal, que después distribuye para los estados y municipios.
Todos saben que vendrá la cadena de alzas en los precios de muchos productos que son movidos por medio del transporte terrestre, otros empresarios o vendedores, aprovechando la inercia seguramente alzarán ficticiamente los precios; el mismo transporte público tendrá que exigir el alza de las taifas, los taxis, que por sí solos abusan de los usuarios. En fin, se espera crezca la inflación, consecuencia de ello, mayor pérdida adquisitiva del peso, por lo tanto menos compras. Y por supuesto crece la irritación social.
El año 2017, nos recibirá con malas noticias y un sombrío porvenir. Será necesario que los gobiernos implementen medidas emergentes para mejorar las condiciones de vida de millones y millones de mexicanos; que los empresarios se solidaricen y no encarezcan sus productos; que los prestadores de servicio hagan lo propio. Las cosas no pintan muy bien para el año que está a punto de nacer, ojalá se les ilumine el cerebro y alcancen a resolver los grandes problemas que nos aquejan; claro, que haya voluntad para ello, de lo contrario las cosas podrían agravarse.
Por lo pronto, disfruten de la fiesta de fin de año, esa nadie se las puede amargar.
¡Felicidades y mis mejores deseos para todos mis asiduos lectores! Sobre todo, mucha salud y trabajo.