BIENVENIDA JUSTICIA ORAL EN MATERIA FAMILIAR
POR: HÉCTOR PARRA RODRÍGUEZ
Noviembre de 2016.- El pasado jueves la Presidenta del TSJ en el Estado, Doctora Consuelo Rosillo Garfias, junto con la Presidenta de la Sala Civil, Magistrada Marisela Sandoval López, dieron cuenta de la iniciativa de ley que pronto presentarán a la LVIII Legislatura, en materia familiar, para agilizar los tortuosos conflictos.
La Presidente del Tribunal, incursionó en el Poder Judicial, cuando tuve la oportunidad de ser Juez Segundo de la Familiar, entonces joven estudiante de la carrera de derecho. Inició su larga trayectoria en la impartición de justicia como mecanógrafa en el año de 1982, de ahí su amplio conocimiento de los mecanismos de justicia, sabe bien dónde se encuentran las fallas procesales que deben ser corregidas.
La Magistrada Marisela Sandoval, experta conocedora de la materia familiar, cuenta con carrea judicial que avala su experiencia, de ahí que seguramente será una iniciativa de ley que versará sobre el proceso o trámite que requieren los delicados asuntos de familia, pensando siempre en la protección de los derechos de los menores. Adquirió la sensibilidad que se requiere en la impartición de la justicia familiar, es experta en materia procesal en estos menesteres.
La Magistrada Presidenta Consuelo Rosillo, dijo a los integrantes del Colegio de Abogados Litigantes, que los hará participes de la conformación de la iniciativa de ley, así como a instancias gubernamentales relacionadas con la familia. Otro acto que reforzará lo que han proyectado en el seno del Poder Judicial.
Las Magistradas dijeron a los abogados litigantes que en el último año el trabajo se ha incrementado en forma por demás desproporcionada, los asuntos litigios en la materia familiar, cada juzgado de lo familiar atiende aproximadamente 1,300 juicios de divorcios, pensiones, custodias, violencia familiar y más. Por eso se hace necesario agilizar los trámites, evitando así mayores perjuicios por culpa de los procedimientos, lo que se traduce en una justicia injusta, lenta, tortuosa por el desahogo de pruebas que no pueden tramitarse rápidamente. Seguramente también repercute en la economía de los litigantes.
Es cierto que el trámite procesal para la mayoría de los procedimientos de familia, a pesar de que hace poco tiempo se reformó el Código Civil, para agilizar los procedimientos de divorcio, sigue siendo lento; justicia que no es pronta ni expedita, no es justicia.
De ahí que la modernización del procedimiento para resolver conflictos de familiar será de gran beneficio para aquellas partes que por diversas razones se ven en la necesidad de acudir a reclamar justicia en los juzgados familiares, sea por cuestiones de patria potestad, de custodia de menores, pensión alimenticia, divorcios, etcétera.
La agilización, sin mayores trabas, por medio de diligencias verbales, resolverá problemas que además repercuten en otros ámbitos, como el laboral de los padres en litigio o el de educación cuando hay menores de por medio. Los beneficios serán múltiples, no solo por la agilización de los trámites judiciales.
Enhorabuena por la acción de la iniciativa de ley que ya se prepara para ser enviada próximamente a la Legislatura del Estado. Seguramente los diputados y diputadas acogerán con singular alegría la “propuesta” del Poder Judicial, quien tiene dicha facultad en materia jurisdiccional. Iniciativa que será enriquecida por otras instancias que aportarán sus experiencias en la materia, como los mismos abogados litigantes o instancias protectoras de la familia
Poca actividad promueven los magistrados en éste ámbito, siempre prefieren que sea el Poder Ejecutivo o el Legislativo, quienes impulsen las iniciativas, mas no el experto en la materia, que para el caso es el Poder Judicial. Po eso vale el reconocimiento a las Magistradas.
Bien por las Magistradas Consuelo Rosillo Garfias y Marisela Sandoval López, quienes dieron la primicia a los integrantes del Colegio de Abogados Litigantes. Bien por la impartición de justicia queretana en materia familiar que pronto tendrá un procedimiento sencillo, ágil y expedito, sin dilación que coadyuvará a la solución de los conflictos de familia; abatirán, a su vez, el rezago que hoy existe a razón del añejo y tortuoso procedimiento escrito que se transformará en oral.