TRAS LA VERDAD

POR HÉCTOR PARRA RODRÍGUEZ

Martes 5  de noviembre de 2019.- Andrés Manuel López Obrador, sí que ha incomodado a las fuerzas armadas de México, aunque no lo comprenda; pero, en privado sí lo acepte y lo descalifique públicamente. Cierto, el Presidente de la República, el pasado fin de semana, menospreció, pero no dejó pasar por alto, el comentario del General Carlos Gaytán Ochoa, ex Secretario de la Defensa Nacional, que diera en su discurso en un desayuno; lo cual originó que sumara a sus críticos al General, respecto de quien se refirió despectivamente: conservador, son todos aquellos que considera sus enemigos. Solo en la mente calenturienta del primer mandatario, surgió la idea de “un golpe de estado”, por parte de las fuerzas armadas ¿Tendrá miedo y por eso la autodefensa? No están dadas las condiciones para un “golpe de estado”, espetó el Presidente. O simplemente es parte de su estrategia publicitaria que frecuentemente utiliza para desviar la atención de temas tan importantes como lo del estruendoso fracaso de la detención y liberación de Ovidio Guzmán; o lo de su aeropuerto que no recibe apoyos de empresas aeronáuticas; o bien, sobre la inundación del terreno en donde se construye la refinería de Dos Bocas, Tabasco. Para todo tiene el Presidente, por eso el pronto desgates que algunos defienden como falsa mentira.

Casi de inmediato lanzó otro distractor, los ataques en su contra por medio de las redes sociales, las cuales, por si usted no se acuerda, están controladas por la empresa que creó desde agosto pasado, dependiente de la Comisión Federal de Electricidad, de suerte tal que a todos los usuarios los (nos) tienen vigilados. Otra esgrima, como dijera la cínica de Olga Sánchez Cordero, con aquello de el espaldarazo al delincuente de Jaime Bonilla, gobernador de Baja California. En este nuevo caso, son esgrimas de desprestigio, de golpeteo político, de censura a la libertad de expresión, de creación de fantasías, etcétera. El demócrata de López cada vez más déspota en sus dichos y acciones, el autoritarismo en toda su magnitud que debe cuidarse al extremo, a López Obrador le gusta abusar de él, se divierte, irascible ante todo y ante todos, bajo el disimulo de su descaro, por eso el adjetivo de cínico le viene. El Presidente ha dado la orden de investigar a quienes causaron una tendencia virtual en Twitter (en su contra), para proceder en su caso. No sin antes acusar sin fundamento alguno (salvo lo que su empresa le arroja como información: ya tiene sus propio datos) a 3 personas de influencia política, como lo es Aurelio Nuño, a quien lo destrozó con sus comentarios, sin saber si es o no actor en el asunto; Aurelio le respondió de inmediato, López ha callado; a uno de los hijos del matrimonio Calderón Zavala, también lo identificó como uno de los supuestos mal informadores en redes sociales; Calderón salió en su defensa y López también calló y cayó; por último, Andrés Manuel, también embistió al senador por Guanajuato, Juan Carlos Romero Hickcs, quien por supuesto no se quedó callado. Por medio de un comunicado advirtió: “Nunca le he faltado al respeto a la investidura Presidencial. Quien quiera investigarlo no encontrará un solo mensaje o un discurso en ese sentido. Lo que sí quiero y deseo con toda convicción es tener un Presidente que nos convoque y que nos una, que sea Jefe de Gobierno y Jefe de Estado”.  “Siempre me he guiado en mi vida con una máxima en la política, que es la de la prudencia y eso obliga a la verdad, a la legalidad y la institucionalidad». López, por supuesto también ha callado. También relacionan a un twitero que se hace llamar “TumbaBurros”, como iniciador de #hashtag, a quien el gobierno lopista lo acusa de promover la desestabilización, estar vinculado con los acusados por el gobierno de la 4T. El colmo, el Subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta Saucedo, llamó al asunto como terrorismo twitero, lo que se puede configurar delito que merece pena de prisión, hay visos golpistas, dijo el funcionario, terrorismo politiquero, así lo califica en su columna en el periódico Excelsior; Peralta, golpeador oficial incrustado en los medios de comunicación. ¡Están desaforados! Y así van logrando el cambio de tendencia en las notas informativas, dejando el caso Ovidio, para irse por estos 2 temas.

Insisto, el “espía presidencial”, utiliza abierta y descaradamente el poder del Estado, para espiar, de aquello que tanto criticó, él lo hace abiertamente y lo presume como “transparencia”; no es más que otro de tantos de sus abusos. Para abrir este frente de “esgrima político”, López utilizó al “análisis de redes de vínculos en redes sociales”, presentado aquella mañana por el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que Luis Calderón Zavala, hijo del expresidente Felipe Calderón, Aurelio Nuño, exsecretario de Educación y Juan Carlos Romero Hicks, actual senador del PAN fueron señalados en la conferencia matutina como precursores de ataques contra el gobierno federal con uso de bots en Twitter ¡El extremo del cinismo presidencial! La oficina dependiente de la CFE, es manejada por Alejandro Mendoza Álvarez, titular de la Unidad de Información, Infraestructura, Informática y Vinculación Tecnológica de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Este sujeto afirmó que hubo un ataque con granjas de bots para infundir sentimientos negativos hacia el gobierno de AMLO. De ser cierto ¿Está prohibido por la ley? Claro, si la idea es torcer la ley, López y su equipo encontrarán la forma, cuando que la idea principal parece olvidarse, haber ordenado la libertad de Ovidio Guzmán, ese sí fue un verdadero delito previsto y sancionado por el Código Penal, el mismo Presidente favoreció la fuga de la persona que es reclamada por la autoridad judicial de los EUA. La nube de mentiras fue creada para crear distracción de los temas torales.

Y Andrés Manuel López continuó con sus distracciones: «Por eso lo de mi mensaje, para que nadie esté pensando que hay condiciones para dar un golpe de Estado, no existen condiciones, eso es lo que digo, no hay esas condiciones. Para que no se caiga en esa tentación». Así lo mencionó en su conferencia mañanera. Y es que, el pasado 30 de octubre, el periódico La Jornada filtró el discurso que dio el general Carlos Gaytán en las instalaciones de la Sedena, en donde, entre otras cosas, dijo que:»nos sentimos agraviados como mexicanos y ofendidos como soldados«, hay una ideología dominante, pero no mayoritaria, que se sustenta en corrientes pretendidamente de izquierda«. A este discurso, el Presidente lo calificó como poco mesurado y bastante conservador. Nada le acomoda a López Obrador. Y, por supuesto surgen lostwitts con referencia a un golpe de Estado, por la declaración del general. López siguió con su arenga política, dijo: “es pues imprudente, tiene todo su derecho a manifestarse, pero si leen ustedes el texto hay una actitud poco mesuradaRecuerdo algo que dice que hay una ideología dominante que no mayoritaria. Un lenguaje bastante conservador, y estamos enfrentando eso también con la transformación«. Y siguió con sus disparatadas ideas al manifestar que la mayoría del pueblo no permitiría un golpe de Estado y que en esa mayoría también están los militares. Literalmente comentó: «Cuando hablo de la mayoría del pueblo de México, por supuesto incluyo a los soldados, que son pueblo uniformado; sin embargo, se creó ese pensamiento autoritario reaccionario durante el periodo neoliberal». Al final de toda esta escaramuza, s puede claramente concluir que el peligroso es el mismo Presidente, tergiversa, amenaza, ofende, agrede, inventa y utiliza el aparato del Estado para espiar y acusar ¡Todo eso es lo verdaderamente peligroso Presidente!

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