Es el primer paso de un proyecto institucional para fomentar la inclusión, el diálogo y la negociación en el COBAQ.
En el Auditorio del Centro Cívico del municipio de Querétaro, se ofreció la Conferencia “Construcción de Paz en Instituciones Educativas y sus entornos” a cargo de las doctoras Luz Paula Parra Rosales y Ana Paula Hernández Romano, como primer paso dentro de un proyecto del COBAQ orientado a educar para la paz.
Ante un foro de 300 asistentes, entre quienes se encontraban los Directores y Subdirectores, Orientadores Educativos, Asesores Pedagógicos, Prefectos de los 61 Planteles, así como personal de las oficinas centrales, el director General del COBAQ, Arturo Molina Zamora comentó que es el primer paso para establecer una red para transformar la vida de los estudiantes.
Arturo Molina al dar la bienvenida a las ponentes y al público en general, destacó la urgencia de establecer en la institución una política educativa basada en la resolución del conflicto mediante el diálogo y la negociación; se refirió a la Conferencia como el inicio de un largo viaje destinado a realizar una alianza con quienes tienen contacto con los jóvenes; “lo cual es una tarea titánica que debemos afrontar con nuestro máximo esfuerzo y exige a todos ser más contundentes en los resultados”; al hablar sobre el conflicto, comentó que antes lo veía como algo negativo y ahora lo descubre como área de oportunidad.
Las ponentes en su disertación expusieron la necesidad de revertir el clima de violencia que impera en la sociedad actual; Luz Paula Parra comentó que un mecanismo para romper con los ciclos de violencia es generar confianza en la gente para generar relaciones; es necesario desarrollar en las personas habilidades y destrezas para aprender a comunicarse efectivamente.
“Todos somos responsables de lo que hacemos, pero más responsables de lo que dejamos de hacer; la violencia no es un fenómeno natural, ni tampoco lo es la paz, por ello los seres humanos requerimos educar para la paz y los individuos requieren de referentes y en este sentido los maestros y en general, quienes trabajan en la educación son el mejor medio.
Por su parte, Ana Paula Hernández definió a la violencia como un fenómeno grupal realizado con la intención de provocar un daño, en el que participan los individuos de manera activa y pasiva, por lo que la forma de combatirla es mediante un proyecto incluyente destinado a construir espacios de transformación, desde las aulas, en los que se privilegie el diálogo y la capacidad para atender, con el propósito de llegar a acuerdos y en donde surjan propuestas de solución a los problemas escolares y del entorno.
“Debemos educar en las emociones, en un proyecto incluyente en el que participen todos los actores del proceso educativo: estudiantes, docentes, administrativos, directivos, padres de familia y miembros de la sociedad en general”.
Agregó que en diversas localidades del país, cuyos índices de violencia son más graves que en Querétaro se ha trabajado en la creación de asambleas regenerativas para provocar círculos virtuosos y se han abatido problemas como el acoso escolar, el abandono escolar y se han mejorado los resultados académicos.
Después de una participativa ronda de preguntas y respuestas, la audiencia coincidió en la necesidad de educar en lo colectivo para ampliar el sentido de comunidad de las personas, de manera que se sientan parte de ella y sean más empáticos y solidarios y fomenten el diálogo; además, las personas deben ser intolerantes ante la injusticia, la violencia y la discriminación y destacaron la importancia de trabajar en proyectos incluyentes, ya que una de las principales causas de los conflictos es la exclusión.