TRAS LA VERDAD
OBSEQUIO PARA JOE BIDEN: OVIDIO GUZMÁN
POR: HÉCTOR PARRA RODRÍGUEZ
Como un obsequio para el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, ahora que visitará nuestro país: la detención de Ovidio Guzmán.
El Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, en conferencia de prensa dio a conocer la detención del Ovidio Guzmán. Mas nunca refirió si la detención obedeció a la ejecución de orden de aprehensión de autoridad judicial mexicana. Tampoco si cumplieron la petición de solicitud hecha por autoridades judiciales de los EUA.
Si en México, al menos oficialmente nada se sabe, no existe orden de aprehensión en contra de Ovidio, todo hace suponer que estarían cumplimentando la solicitud hecha por el gobierno norteamericano.
El “culiacanazo”, deshonró al gobierno de la 4T; no ha sido olvidado. En octubre de 2019, por orden del mismo Andrés López Obrador, dejaron en libertad a Ovidio Guzmán, bajo el fatuo pretexto de no exponer a familias de elementos del Ejército Mexicano, las que supuestamente fueron amenazadas, argumentó del fallido presidente de la República. Hubo sin embargo la presencia de armas de grueso calibre por parte de la gente de Ovidio, como las Barret, capaces de tirar una aeronave o perforar cualquier blindaje
A las autoridades federales pareció no importarles aquel argumento y poner en riesgo la vida de sinaloense derivado de la detención de ayer jueves 5 de enero del mismo Ovidio. Culiacán volvió a convertirse en un infierno, más que en la primera ocasión; quema de unidades automotrices, desde vehículos particulares, hasta tráilers, cierre de avenidas y carreteras; las escenas fueron dantescas. Los medios de comunicación daban cuenta de todo aquello que subían los internautas a las redes sociales; en vivo transmitían los actos de terror.
Los delincuentes, para intentar liberar a Ovidio Guzmán, incluso arribaron al aeropuerto y “balacearon” el avión de la fuerza aérea mexicana, que trasladaría al detenido, llegando a tirar disparos a un avión de Mexicana de Aviación. El terrorismo en toda su magnitud, aquel que no quiere reconocer el presidente López, pero que sí existe y se configura de cuerdo al Código Penal Federal. Ovidio logró ser trasladado a la Ciudad de México, legos del lugar de influencia.
Mientras tanto, de momento a momento los medios transmitían lo que acontecía en territorio dominado por los Guzmán, organización criminal que controla producción, tráfico, trasiego y venta de drogas en los EUA.
Sin duda que la detención de Ovidio Guzmán, favorece al Cartel Jalisco Nueva Generación, otra organización criminal que, cada vez controla más territorio y ostenta la enorme fuerza paramilitar con la que cuenta. Difunden en redes sociales el poder del armamento que usan, así como las unidades blindadas. A estos no les pasa nada.
También hubo saqueos a tiendas comerciales en Culiacán. En el reino del caos de la ingobernabilidad, todo se puede, no hay autoridades locales o federales que puedan poner orden en materia de seguridad pública. Gobierna la delincuencia.
De lo que nada comentaron en los grandes medios de comunicación, al menos hasta el momento en que redacto la Columna, fue el secuestro de personal médico para que atendiera a los delincuentes heridos. Una vez más, en redes sociales se difunden videos de cómo muchos delincuentes ingresan a un hospital de la Cruz Roja, mientras otros permanecían custodiando fuera de la institución médica, con armas de alto calibre y chalecos anti balas; en el interior del hospital: el caos y el miedo ¿Dónde estuvo la fuerza pública para contener tanta violencia? Desapareció. El gobernador sinaloense Rubén Rocha Moya, aseguró en entrevista con López-Dóriga, que todo estaba tranquilo y en calma después de la detención de Ovidio Guzmán ¡Mentiras! Culiacán ardía en llamas.
¡Cobarde irresponsable! Dejaron a la población a merced de la delincuencia. Solo les importó la aprehensión del delincuente buscado por las autoridades estadounidenses. Los culiacanenses literalmente solos. Así funciona el programa y operación de la inseguridad pública que a diario preside López Obrador en Palacio Nacional.
El obsequio está listo para entregarlo a Joe Biden. Marcelo Ebrard hace “mutis”, comenta que no sabe nada de la existencia de la ejecución de la orden en aprehensión en cumplimiento al requerimiento de autoridades de los EUA. Dijo no saber nada.
Bien por la detención de Ovidio Guzmán. Seguramente AMLO no podrá regresar a comer con Doña Consuelo, a Badiraguato, Sinaloa, abuela de Ovidio.
Una vez más, pésimo el operativo de seguridad para proteger a la población de la delincuencia organizada. Solo les interesó detener a Ovidio, dejando a los sinaloenses a la deriva, como es costumbre del gobierno de la 4T. Esta vez no hubo abrazos para los delincuentes y sí balazos; desde un helicóptero, personal militar lanzó ráfagas de balas. Había que cumplirle al gobierno estadounidense. AMLO se confrontó con sus belicosos aliados.
Cuando elementos del ejército del gobierno de Peña Nieto, detuvieron al narcotraficante conocido como “El Chapo Guzmán”, AMLO, entonces acérrimo crítico de sus opositores, escribía en twitter que solo era para hacer publicidad a Enrique Peña Nieto. Su característica, el cinismo.
Ahora como presidente, el mismo crítico de López Obrador ¿Qué argumentará como justificación de la detención del hijo del “Chapo Guzmán”? ¿Pretenderá vestirse de gloria frente a Joe Biden? La semana próxima visitará nuestro país nuestro socio comercial. En política no hay coincidencias. Uno de los temas de la agenda será la inseguridad y trasiego de drogas a los EUA. El agua le llegó a los “aparejos” al presidente López.