TRAS LA VERDAD 

LA CONFIANZA EN LAS FUERZAS ARMADAS SE DESMORONA 

POR: HÉCTOR PARRA RODRÍGUEZ 

Octubre de 2022 Dejaron de ser presunciones para convertirse en una serie de pruebas por medio de las cuales la confianza en las Fuerzas Armadas, se desmorona. 

El hackeo de documentos a la Sedena, prueba que personal del ejército está metido en todo, desde la venta de armas a los delincuentes, hasta en labores de limpieza bajo las órdenes de la esposa del presidente de la República, realizando, incluso actividades de espionaje a particulares. 

Los medios de comunicación han ido desmenuzando y dosificando la información que encuentran en el hackeo a la Sendena, acción conocida como #SedenaLeaks. 

Información de trascendencia nacional y de seguridad insospechada, se da a conocer día a día, misma que es ignorada por Andrés López Obrador, quien niega la mayor parte de la información al afectar su proyecto político de trascender más allá de su mandato. 

Por medio de las Fuerzas Armadas, el presidente se ha logrado mantener, por eso les ha “pagado”, cediéndoles facultades más allá de lo previsto en la Constitución y sus leyes reglamentarias. 

La decantada información de AMLO de desaparecer la fuerza militar del Estado Mayor Presidencial, porque representaba un gasto suntuoso e innecesario, al asegurar que el “pueblo” lo cuidaba a él, siempre resultó una mentira. De los documentos hackeados a la Secretaría, de da cuenta del simple cambio en la denominación; el mismo cuerpo de élite castrense continúa haciéndose cargo de la seguridad del presidente y su familia. Esta es una de tantas razones por las cuales AMLO prefiere ignorar el saqueo de información que perjudica y evidencia aún más las mentiras del titular del Poder Ejecutivo. 

Mientras el gobierno de la 4T, litiga en los EUA el problema de la venta de armas de fuego a los delincuentes, resulta que personal de la Sedena vende parte de esas armas. Información proporcionada por la misma Secretaría en la que detalla qué armamento ha sido vendido a la delincuencia organizada. Con esa información los demandados en tierra norteamericana, aseguran su victoria jurídica. 

Al menos, durante 12 años las Fuerzas Armadas han luchado en contra de la delincuencia organizada sin que hayan logrado el objetivo de eliminarla. Por el contrario, crecieron los grupos delincuenciales frente a las fuerzas castrenses. En el sexenio de la 4T, el gobierno incrementó el presupuesto público en beneficio de soldados y marinos para combatir a los delincuentes organizados, mientras que, los presupuestos para las policías estatales y municipales se debilitaron. Los contrasentidos de la administración federal en materia de seguridad pública. 

Las Fuerzas Armadas no pueden debilitar a la delincuencia organizada, mientras ésta se da la libertad y seguridad de seguir con las “masacres” a plena luz del día; en tiempos electorales también arrecian los asesinatos, el objetivo, eliminar a candidatos o autoridades para imponer aquellos que protegen a los delincuentes. Los superiores de las Fuerzas Armadas lo saben, lo investigan y no son capaces de prevenir la comisión de delitos de alto impacto ¿O no les permite el comandante supremo de López Obrador? Cualquiera que sea la razón, han fallado en la misión encomendada. 

AMLO cumplió su “capricho”, le crearon la Guardia Nacional, nueva corporación policial que combatiría a la delincuencia, sea o no organizada; 118 mil elementos aproximadamente ¿Qué pasó con la corporación civil? El presidente López la entregó a quienes han fallado en el combate a la delincuencia organizada. Ya no hay civiles en el gobierno federal combatiendo a la delincuencia. 

Sin embargo, a pesar de las fallas en el combate a la delincuencia y prevención para mejorar la seguridad pública de los mexicanos, AMLO sigue premiando al personal de las Fuerzas Armadas. 

Les ha entregado actividades administrativas del servicio civil de carrera. Si drogas y armas pasan por las aduanas u otros lugares, ahora los responsables de vigilar que ni una ni la otra cosa sucedan, quedó en manos de quienes no han podido solucionar el problema. Todo pasa frente al personal militar ¿Por qué ampliar las atribuciones al personal que ha fallado? ¿Paso libre en los aeropuertos que hoy administran las Fuerzas Armadas? Pregunta sin respuesta, solo presunciones basadas en datos del hackeo de documentos y las pruebas sobre acciones de incompetencia realizadas por muchos años. 

La violencia se enseñorea. Asesinatos, desapariciones, trata de personas, robos, tráfico de estupefacientes, violaciones, fraudes cibernéticos ¿Y la efectividad de las Fuerzas Armadas? Los resultados hablan por sí. El personal militar y marítimo no fueron preparados para las labores que les han encomendado los políticos, a pesar de contar con todo el material necesario para ello. 

Lo peligroso, además de lo narrado, por orden presidencial le han otorgado al personal militar la administración de negocios fuera de la ley; más aún, el presidente López Obrador, destina “ganancias” en beneficio de las fuerzas castrenses cuando que todo ingreso federal debe ser canalizado y autorizado por la Cámara de Diputados, no por el presidente de la República. 

Marinos y militares, además del poder de las armas, ahora también ejercen libremente el poder económico. El personal de las Fuerzas Armadas conoce bien a bien a los carteles, su fuerza y dominio territorial ¿Por qué entonces no los han acabado por medio del imperio de la ley? El juego no parece nada limpio, a pesar de que son más de medio millón de elementos del gobierno federal fueron asignados a combatir a la delincuencia y sus consecuencias. De ahí que la confianza popular en las Fuerzas Armadas se desmorona. 

Sin duda alguna, el presidente López Obrador prefiere dirigir, mediatizar la información que a él le conviene y sacar de la agenda de publicidad (pública) los problemas de mayor envergadura, como lo son la inseguridad que vive el país, la falta de medicamentos, la falta de un buen sistema de salud universal, falta de empleo, la galopante inflación, trabajo mal remunerado, etcétera. 

Resulta más sencillo y lucrativo política y electoralmente para AMLO hacer propaganda con base en el desprestigio hacia los oponentes, culpar al pasado de sus gazapos, obsequiar miles de millones de pesos o realizar obras faraónicas innecesarias y altamente onerosas, en lugar de dar solución los problemas. 

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