Existen otros tipos de hepatitis que pueden llegar a causar daño hepático severo sin el tratamiento oportuno
Se han detectado hasta el mes de junio 38 casos de la tipo A
En lo que va del año, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro registró, hasta el mes de junio, 38 casos de Hepatitis A, la cual se caracteriza por transmitirse a través de los alimentos contaminados, y ocasiona diarrea, deshidratación, vómito e ictericia.
En el marco del Día Mundial contra la Hepatitis, el doctor Gabriel Frontana Vázquez, coordinador de Medicina Interna del Hospital General Regional (HGR) número 1 del IMSS, señaló que existen tipos más comunes de esta enfermedad, y que en el caso de la A —que es aguda—, no hay tratamiento farmacológico específico para la cura y que el propio organismo se restablece.
“La Hepatitis B se transmite por sangre o por fluidos, considerada crónica y que ocasiona a largo plazo daño en el hígado y llega a producir cirrosis e incrementa el riesgo de cáncer de hígado, porque produce unos nódulos de regeneración”, señaló Frontana Vázquez.
Además, existe la Hepatitis C, la cual es más probable que se haya transmitido por transfusiones inseguras, pero que de igual manera el riesgo está en relaciones sexuales; estas dos últimas tienen tratamiento médicos específico, sin embargo, hay una relación en que estos pacientes puedan también ser portadores del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), lo que complica la situación clínica del paciente.
En el caso de la Hepatitis A se recomienda la higiene en alimentos, objetos del paciente, así como en las evacuaciones el lavado de manos adecuado es importante para evitar el contagio al interior del hogar; “La manifestación clínica es más frecuente en niños porque no cuentan con las defensas necesarias, pero aquellos adultos que se contagien tiene mayor riesgo de desarrollar una hepatitis severa”, indicó el especialista Gabriel Frontana.
Para finalizar, el Seguro Social exhorta a la población para que siga las recomendaciones de salubridad e higiene en la elaboración de los alimentos, así como las acciones de prevención de enfermedades de transmisión sexual que pongan en riesgo su calidad de vida; ante los primeros síntomas de esta enfermedad, es indispensable acudir con su médico para un diagnóstico adecuado.