La eliminación e innovación de los empaques flexibles de un solo uso debe ser la prioridad ante la planeación de cualquier estrategia de envasado flexible.

El manejo de los envases flexibles de un solo uso requiere de esfuerzos sin precedentes en cuanto al diseño, la infraestructura y la política para garantizar su circulación.

Las limitaciones respecto a la calidad y eficacia de las estrategias de reciclaje y sustitución significan que seguir con envases flexibles de un solo uso supone un reto desde la perspectiva de la economía circular.

Ciudad de México.- La Fundación Ellen MacArthur ha lanzado una nueva publicación en pro del combate a la contaminación por plásticos. Esta vez el objetivo es promover la eliminación, sustitución o reciclaje de los envases flexibles ya que pertenecen a la categoría de envases de plástico que más rápido se multiplica. Dado que la mayoría son de un solo uso, las posibilidades de reciclaje son muy bajas. Son el segmento de mercado más difícil de abordar en el camino hacia una economía circular para los plásticos.

Con esta iniciativa la Fundación Ellen MacArthur pretende apoyar a las empresas y a los gobiernos en la consecución de sus objetivos de economía circular al proporcionar una dirección práctica para los envases flexibles. La Fundación identificó 21 acciones específicas y urgentes que son necesarias para lograr un progreso significativo hacia los objetivos sobre envases de plástico para el 2025. Empresas, iniciativas de colaboración intersectorial, responsables políticos y otras organizaciones que ya están en el camino hacia la economía circular pueden implementar las acciones como marco para identificar cómo pueden contribuir al camino colectivo hacia una economía circular para los plásticos.

Con la opinión de más de 100 expertos, el trabajo presenta una estrategia global que reconoce que existen diversas rutas para abordar el tema de envasados flexibles en la economía circular. Principalmente se dirige a los negocios para que eviten esta práctica y dejen de usar envases flexibles de un solo uso. El residuo de ellos es muy difícil de tratar independientemente del material del que esté hecho. Ante las alarmantes consecuencias que este problema ocasiona, la Fundación Ellen Macarthur plantea diversas iniciativas:

Eliminación directa

  • La eliminación de los envases flexibles innecesarios en tan solo tres categorías de productos en la UE y Estados Unidos eliminaría 40 veces más material que los esfuerzos actuales.
  • El potencial de eliminación directa en todo el mundo es del 5 al 10% del mercado y es la forma más rápida de avanzar hacia los objetivos de 2025.
  • Las marcas deben incluir una evaluación crítica de la necesidad de los plásticos flexibles. Es imprescindible que se haga esto en todos los procesos de desarrollo de nuevos productos para no crear materiales innecesarios.

Eliminación innovadora

  • Rediseñar los productos para que no necesiten envases o estos sean reutilizables. No todos los envases flexibles pueden eliminarse directamente, por lo que es necesario invertir en la innovación previa. 
  • Algunas soluciones innovadoras de eliminación que pueden escalar rápidamente y crear un impacto para 2025 son los productos sólidos, los recubrimientos comestibles y los envases solubles en agua.

Substitución

  • El papel podría sustituir hasta el 15% de los plásticos flexibles y tener un menor impacto en el medio ambiente. Por otro lado, hay que asegurarse de que el uso del papel no aumente la demanda de madera virgen. Las organizaciones deben evaluar si se podrían reducir otros envases de papel en sus portafolios y utilizar más contenido reciclado o productos agrícolas. 
  • Los candidatos más viables para la sustitución por compostables se limitan actualmente a los envases que contaminan los residuos orgánicos y a los envases contaminados con alimentos. Si se construyen sistemas de recogida de residuos orgánicos, los plásticos compostables podrían ser una alternativa para hasta un 20% de los plásticos flexibles.

Reciclaje

  • En todo el mundo, incluso en países con sistemas de reciclaje establecidos, el reciclaje de alta calidad de los plásticos flexibles es cercano a 0%. Cambiar todos los flexibles multimateriales por monomateriales y eliminar o rediseñar los artículos de menos de 50 x 50 mm son algunas de las medidas que podrían tomarse para cambiar esta realidad.
  • Es necesaria tanto la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) como la inversión en infraestructuras. En Europa, por ejemplo, se necesitan $2,000 millones de euros para triplicar la capacidad de recogida y clasificación y cuadruplicar la de reciclaje.
  • En las zonas geográficas en las que el sector informal está presente, es necesario establecer un sistema de reciclaje inclusivo que combine el trabajo manual y la infraestructura mecánica.

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