Cabañuelas

Por: Heidy Wagner Laclette

Comer frutas y verduras de temporada, sembradas y cosechadas en el mismo periodo del año en que las estamos consumiendo, tiene múltiples beneficios, porque no solo nos permite ahorrar dinero, sino también tener una dieta variada, apoyar a los productores locales y aprovechar al máximo los nutrientes de este tipo de productos.

Durante la temporada otoño – invierno es propicio consumir frutas y verduras cultivadas y cosechadas en estos meses, frutas, verduras y hortalizas de máxima calidad, dulces, jugosas y con gran variedad de nutrientes.

Esta lista sin duda la encabeza los cítricos: Mandarinas, toronjas, limones y naranjas que en esta época tienen un sabor más dulce y mucho más jugo. También los mejores kiwis se cosechan en esta temporada. De sabor dulce y textura suave pero firme, las peras y las manzanas tienden a ser más jugosas y dulces durante el otoño y el invierno.

El brócoli y la coliflor, al igual que muchos otros vegetales del género Brassica (llamados también crucíferos) pueden cultivarse y cosecharse durante todo el año en climas cálidos, de tal modo que es probable que no nos hayamos dado cuenta de que tienen también una temporada en la que su sabor es más suave y más dulce. Esa temporada es justamente el otoño y el invierno, cuando las temperaturas descienden.

De sabor y color característico, el betabel es más sabroso en esta época debido a que es propio de la temporada otoño – invierno. Asimismo las coles de Bruselas tienen un alto contenido en Vitamina A, C y ácido fólico. En cuanto a la col o repollo, es uno de los vegetales que pueden comerse crudos cuando tienen un color brillante y una textura crujiente. Hay que considerar, que entre más frío sea el clima en el que son cultivados, más dulce será su sabor. Por último podemos hablar de los rábanos, las mejores variedades las encontramos durante el invierno, cuando su sabor es menos picante y más agradable al paladar.

 

 

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