TRAS LA VERDAD 

AMLO Y MASTINES PERSIGUEN A QUIENES NO SE PLIEGAN 

POR: HÉCTOR PARRA RODRÍGUEZ 

El activismo penal de AMLO para presionar y espantar a todo aquel que no se pliega sus caprichos. Dice un dicho popular: “cuando la perra es brava, hasta los de casa muerde”. 

Esta vez la UIF y la Fiscalía General de la República, intentan poner en el banquillo de los acusados al gobernador del Estado de Morelos, Cuauhtémoc Blanco (¿dejó de ser aliado?), por el posible delito de lavado de dinero y lo que resulte.  Hace poco más de un año iniciaron la persecución en contra de su administrador y apoderado Jaime Tamayo Godínez, por el manejo irregular de cantidades millonarias; el señor administra la marca “Cuautemiña”.

Aquellos que se portan bien con AMLO, no importa que sean de la oposición como Quirino Ordaz Coppel (¿será por lo de Coppel?), gobernador que entregó en bandeja de plata el Estado de Sinaloa a los morenistas (opinión de muchos) cuna del narcotráfico. Al término de su mandato es promocionado para ser embajador en España. Aunque no faltan los “bien pensados” quienes consideran que va en apoyo de Peña Nieto. El PAN se inconforma y califica de “pago por la narco-, elección” en Sinaloa.

La estrategia para dividir a los integrantes del “bloque opositor”, invitar a trabajar con AMLO a miembros de la oposición, a los que no se ha cansado de calificar de corruptos.

También lanzó la invitación pública al gobernador panista del Estado de Nayarit, Antonio Echeverría, quien en unos días deja el gobierno en manos de Morena, para que se integre al equipo de López. Aplica la política del: “divide y vencerás”. Los panistas no se pronunciaron ni se molestaron como fue en el caso de la invitación a Quirino.

Políticas diametralmente opuestas del presidente de la República. Está otro gobernador de ejemplo, el de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien ha tenido que defenderse con todo para evitar que perdiera el desafuero y fuese procesado estando en funciones. Las huestes del López en la Cámara de Diputados, pretendieron crear diversas normas en la nueva ley de juicio político para poder enjuiciar y destituir desde la misma Cámara a gobernadores y más; los senadores fueron más sensatos, eliminaron artículos eminentemente inconstitucionales. Irracionales cuando se trata de cobrar venganza.

Otros más azuzan a los gobernadores electos para ir en contra de algunos que dejarán en unos días las gubernaturas en manos de Morena, como es el caso del periodista José Cárdenas, quien apura al gobernador electo de Michoacán (en entrevista) Alfredo Ramírez Bedolla, para que proceda en contra del otrora aliado de López, Silvano Aureoles Conejo, para que lo investiguen y en su caso lo denuncien penalmente. Hay corifeos que se mueven solos para ganar audiencia. Silvano llamó a Morena narco-partido, dada la manera como operaron en las pasadas elecciones, asegura que la delincuencia organizada manipuló las elecciones en el Estado de Michoacán. Hay infinidad de pruebas, no prosperaron las acusaciones y los testigos temen por sus vidas, así que en Michoacán no pasó nada ¿Y Alejandro Gertz Manero? No se mete en problemas con su jefe inmediato, no hace nada.

Los gobernadores “rebeldes” no se dejan manipular. Cuauhtémoc Blanco, por lo pronto dio inmediata respuesta, lanzó la advertencia: “Si quieren guerra, guerra van a tener, yo no me voy a quedar callado” ¿A qué se refirió el exfutbolista? ¿Qué sabe Cuauhtémoc? Por lo pronto es una incógnita. 

Uno de los traidores del PAN, Germán Martínez, ex líder del blanquiazul, comentó que estrenarían la nueva del de juicio político con el gobernador de Morelos. Así andan de pendencieros los políticos, en nada se les diferencia con los delincuentes.

AMLO necesita con urgencia romper, dividir, fraccionar a la oposición en el Congreso para que prosperen sus reformas constitucionales. En el fondo esa es parte de su pretensión, no resultan casuales las invitaciones a los considerados “corruptos” y vituperados permanentemente por el perverso político de López Obrador. Es clara la intención del presidente. Por lo pronto militantes del PRI ya se desgarran las vestiduras en contra de Quirino si acepta ser embajador, lo amenazan con expulsarlo del debilitado partido.

Las divisiones promovidas desde la presidencia empiezan a surtir sus efectos y los tontos útiles empiezan a caer en la jugada. Los panistas, entretanto, distraídos con el juego del cambio de la dirigencia nacional y friccionados por “apapachar” en el Senado a Santiago Abascal Conde, presidente del partido Vox, en España.

 

 

 

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