“Viajar como voluntario internacional te lleva al encuentro contigo, con quienes más lo necesitan, pero sobre todo con la vida”: Damián Aldair Núñez Cruz.

“Cuando viajas como voluntario internacional a otro país comienzas a vivir una aventura que fortalece tu formación de una manera integral porque te lleva al encuentro contigo mismo, con el mundo tal y como es, no como te lo imaginaste. Mientras ayudas a quienes más lo necesitan, así como a la naturaleza, descubres que también te ayudas a ti mismo, porque empiezas a valorar tu vida y  a ver que tienes muchas habilidades o talentos en tu interior que no habías descubierto hasta ese momento. Por eso, el voluntariado internacional te permite encontrarte con el mundo y con otros seres humanos a los que no les importa que nacionalidad tengas o cualquier otra diferencia, sino la voluntad de empezar a conocerse y de unirse para ayudar. Entonces, comienzas a confiar en tus compañeros voluntarios, que al igual que tu decidieron vivir ese viaje solidario que te lleva al encuentro contigo, con los diferentes talentos, con el aire, con las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo y todas aquellas cosas que te enseñan a vivir y que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal. Por eso recomiendo a la juventud atreverse a conocer el mundo ayudado, a través de las becas de voluntariado internacional Vive México”. Así lo compartió Damián Aldair Núñez Cruz, estudiante de la Universidad Tecnológica de Querétaro (UTEQ) al regresar de un voluntariado internacional en Grecia con las becas Vive México.

El joven voluntario indicó que realizó su labor como voluntario durante las vacaciones de verano con la organización Kataskinosi (que significa Montaña Pateras) en cooperación con Happy Children-Happy Youth Camps, otra instancia de voluntarios sin fines de lucro con 85 años de acción que ayudan a recibir a 140 niños muy pobres de familias con problemas económicos y sociales.

“Junto con voluntarios de España, Croacia, Rusia, Turquía  y México de entre 20 a 25 años ayudamos en la preparación de comidas para niños y sus familias con problemas financieros y sociales, también apoyamos haciendo labores de limpieza, pintura y jardinería.  Durante las noches los voluntarios internacionales nos reuníamos para platicar nuestras experiencias, tocando guitarra surgían conversaciones emocionales que al pasar los días nos iban convirtiendo en una gran familia. Puedo recordar los detalles más pequeños de esas pocas horas que pasamos juntos. Nos quedamos sentados en el silencio de las noches atenienses y hablamos, solo hablamos. Hablamos de todo, sobre la experiencia en el voluntariado, sobre nuestros países, sobre nuestro futuro, sobre nosotros y el aprendizaje que nos deja viajar como voluntarios por el mundo. Por eso agradezco a Vive México Querétaro por haberme mostrado esta forma de aprendizaje humano. Así como a las instancias que a través de un convenio de colaboración con Vive México como el Municipio de Querétaro y las universidades locales que contribuyen a que los jóvenes conozcamos las becas de estancia en diferentes países que brinda Vive México al realizar una labor de voluntariado que elegimos a través de la página web: www.vivemexico.org y del Facebook: Vive México Querétaro A.C”. Concluyó el estudiante del UTEQ.

 

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