ELECCIONES Y TRANSICIÓN PACÍFICA
POR: HÉCTOR PARRA RODRÍGUEZ
Para muchos causó sorpresa, molestia y estupor el triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador y Morena. Pero, todos aceptaron y reconocieron la derrota ¡Triunfó la democracia! Las Instituciones como el mismo INE, se ganaron la confianza generalizada, lo que prueba, una vez más, la fortaleza de las Instituciones y del Estado Mexicano hacia su población, sobre todo, es un claro mensaje a los países democráticos como México. Hasta ahora la transición del cambio de mando, si bien ha dado inicio de manera prematura y sin tropiezos, las partes han demostrado suficiente madurez, probando que primero está México; el proceso electoral ha terminado, la dinámica social, la vida comercial e institucional no se detienen ni por un momento.
Enrique Peña, Presidente Constitucional de México y Andrés Manuel López, Presidente virtual ganador electo, se reunieron en el centro de poder más grande del País: Palacio de Gobierno. Ambos protagonistas mostraron suficiente madurez y el clima de “agresividad electoral” cesó –no así en las “benditas” redes sociales. Ello dio clara muestra a los distintos sectores de México, de la existencia de confianza y madurez, de ahí que el país no esté convulso como muchos advirtieron que podría pasar. No fue así. Ambos protagonistas mostraron la madurez de altura y visión patriótica. A grado tal que el mismo López Obrador, reconoció en el Presidente a un gobernante respetuoso de las instituciones al no haber intervenido en el proceso electoral, recordando que otros –de mala memoria- sí lo hicieron. Lo reconoció y lo festejó Andrés Manuel. El Presidente virtual debió sentirse feliz de estar en el añejo inmueble presidencial, fue 6 años vecino en el Palacio de Gobierno del DF y desde entonces ansiaba cambiar de domicilio, tuvieron que pasar 18 años para ello. El candidato populista arribará a la Presidencia el 1º de diciembre próximo.
Después de la visita y recepción “de cortesía política”, así como toma de acuerdos para realizar lo más terso posible el cambio de gobierno, se han dado otras reuniones igual de importantes con el candidato electo; la del sector empresarial entre ellas. El apretón de manos con el dirigente nacional del sector empresarial se dio en un ambiente de “confianza mutua” y de empezó a despejar –nada relacionado con el peje- cuál será el rostro del gobierno lopista, dejando en claro que lo del aeropuerto será analizado con cuidado, ya para entonces su candidato a ocupar la Secretaría de Hacienda, -Urzúa- aseguró que la opción de su construcción continúa, con la posibilidad de concesionar la obra, lo cual significa que han visto una oportunidad de hacer negocio en lugar de detener la inversión y creación de casi medio millón de empleos –claro, ya no es campaña-. Andrés Manuel también reconoció como bueno el trabajo de los negociadores del TLC de México, asintiendo que continúen con las pláticas, aunque ahora acompañados con personal del candidato triunfador; al respecto han reconocido propios y extraños que esos negociadores son verdaderamente profesionales en la materia. Dos buenas señales que dan confianza a todos y se despejan dudas expresadas durante la campaña, sobre la necedad “electoral” de cancelar la obra del aeropuerto o que las negociaciones del TLC, se dieran hasta que él llegara a la Presidencia. Los futuros Secretarios ya operan en entrevistas periodísticas para infundir confianza, algunos de ellos profesionales, otros serán aprendices.
López Obrador, adelantó que el presupuesto público para el año 2019, contemplará compromisos de campaña como el apoyo a los jóvenes para que estudien carreras técnicas y trabajen; que los empresarios los acojan como tutores. Para ellos invertirá –no es un gasto, dijo- mil 500 millones de pesos para 2 millones 600 mil jóvenes. Sin lugar a dudas un buen intento para apoyar a esos millones de jóvenes identificados como “ninis”, lo malo que el gobierno se seguirá caracterizando como un Estado asistencialista, acostumbrando a las nuevas generaciones a recibir apoyos obligados del gobierno; 2 millones 600 mil personas que recibirán ingresos sin pagar impuestos. Tatiana Clouthier siempre pretendiendo comparar a México con países del primer mundo, dijo que en Alemania así operan programas; sin embargo, Doña Tatiana no aclara –no le conviene- y dice que ese dinero que invierte el gobierno, son créditos que después deben pagar esos jóvenes al Estado Alemán. En México será un regalo sin devolución. Por supuesto que el Presidente electo continúa afirmando que habrá suficientes ahorros en nómina y recortes en algunos programas que permitan alcanzar los más de 100 mil millones de pesos, cuya carga soporte los gastos de asistencia social, perdón inversiones.
Por cuanto ve a la composición de la LXIV Legislatura Federal, si bien Morena por sí sola no alcanzará la mayoría calificada, mucho menos la absoluta para aprobar lo que le venga en gana, sí podrá hacerlo con sus “rémoras”, que para el caso serán PT y MC –está por desaparecer el PES y Nueva Alianza-, aunque no le alcanzarán los votos para reformas constitucionales que requieren las 2/3 partes de los integrantes de cada Cámara. O bien, continúen desgranando al PRD, como lo hicieron en los años recientes. Por otro lado, tampoco tendría la mayoría de las legislaturas estatales para alcanzar esas reformas constitucionales que le permitirían el referéndum, plebiscito y más cambios de fondos; en la inteligencia que siempre se pueden dar alianzas con todos los partidos de oposición al gobierno, siempre y cuando haya buenos negociadores y en algunos casos se van a la “compra de votos”, ello no sería descabellado, en la práctica es costumbre legislativa, incluso hay negociadores “cabilderos”. La democracia mexicana se fortaleció, los electores decidieron por mayoría muy relativa, a quién darle el triunfo o la derrota. La suma de los no votantes y los perdedores suman casi el 70% de los electores, de tal suerte que el siguiente gobierno si bien es constitucionalmente electo, no tiene la legitimidad de una verdadera mayoría del pueblo, ese sigue dividido, las partes continúan vivas y seguirán luchando por rescatar el poder perdido. El gobierno de Andrés Manuel, tiene la oportunidad, como dijo su lema de campaña de: “Hacer Historia”; sí, pero positiva, progresista, esa “cuarta transformación” que ofrece no se sabe bien a bien en qué consiste, el tiempo nos irá desvelando la realidad de esa “transformación”. También anunció que no habrá expropiaciones, lo cual ha dado mayor confianza al inversionista, lo que se demuestra en la estabilidad relativa del peso mexicano, frente al dólar. Y los contratos sobre hidrocarburos sigue reiterando que serán revisados –estará en su derecho- y los que consideren leoninos, promoverá revocación y de ser el caso irse a tribunales internacionales. Ello dará confianza a inversionistas y a los difamadores ponerlos en paz, sea cual sea el resultado.