La confirmación de diagnóstico requiere historia clínica y pruebas de función pulmonar.

Detección inadecuada ocasiona mala calidad de vida, ausentismo escolar y laboral y puede poner en riesgo la vida.

La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro informa que de acuerdo al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) “Ismael Cossío Villegas”, hasta el 73 por ciento de las personas con asma no están diagnosticadas de forma adecuada, debido a que en ocasiones la confunden con otros padecimientos o no buscan atención médica.  Asimismo, la detección inadecuada ocasiona mala calidad de vida, ausentismo escolar y laboral, mayor uso de los servicios de urgencias y más riesgo de mortalidad por esa causa.

El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles, que afecta a niños y adultos. Las vías que conducen el aire a los pulmones se estrechan debido a la inflamación y la compresión de los músculos que rodean las vías respiratorias finas. Ello causa los síntomas del asma: tos, sibilancias, disnea y opresión torácica. Estos síntomas son intermitentes, y suelen agravarse durante la noche o al hacer ejercicio. En caso de presentar algún signo o síntoma de los mencionados se debe acudir a consulta médica

Los factores desencadenantes varían de una persona a otra, entre ellos figuran las infecciones víricas (resfriados), el polvo, el humo, los gases, los cambios meteorológicos, los pólenes de gramíneas y árboles, el pelaje y las plumas de animales, los jabones fuertes y los perfumes.

La confirmación del diagnóstico requiere de historia clínica para conocer si la persona es fumadora, convive con animales de compañía o está expuesta a contaminantes. También, se le aplican pruebas de función pulmonar.

Una característica particular del asma es que los síntomas empeoran por la noche, con tos, sibilancias, presión en el pecho y falta de aire; de forma regular se presentan después de una infección viral, exposición al humo de tabaco, olores intensos o fuertes emociones.

Entre el 30 y 35 por ciento de pacientes tiene sobrediagnóstico de asma; es decir, no tienen la enfermedad, pero les prescriben fármacos para ese padecimiento por lo que, al no recibir tratamiento adecuado, no alivian los síntomas.

Los pilares de la atención integral son: medicamento óptimo, control de los síntomas, así como revisión de ambientes laborales, personales y del hogar que afectan la salud emocional del paciente. El control se alcanza cuando los síntomas se reducen o desaparecen con el tratamiento.

Acudir a consulta médica es necesario para evaluar y reevaluar al paciente, ajustar el tratamiento, revisar la respuesta al medicamento y verificar las comorbilidades que pueden influir en la respuesta al tratamiento.

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