La Fiscalía de Chihuahua informó que 10 custodios y cuatro reos fueron atacados a balazos, además, 24 internos se fugaron.

La mañana de este domingo 1 de enero un grupo armado provocó una revuelta en el Centro Estatal de Reinserción Social (Cereso) número tres de Ciudad Juárez, Chihuahua, lo que provocó un saldo preliminar de 10 custodios asesinados, además de algunos reos que quedaron sin vida en distintas partes del penal y alrededor de 24 lograron fugarse.

El presidente municipal de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar informó que son 14 muertos, 10 de ellos custodios y 4 reos.

La ciudadanía debería estar tranquila, aunque “si no hay nada que hacer en la calle, no hay que salir”, señaló el presidente municipal este mañana en atención a medios en respuesta al ataque y fuga en el Centro de Reinserción Social (Cereso).

Tres presuntos delincuentes muertos y cinco detenidos es el saldo que compartió esta mañana el alcalde sobre los enfrentamientos que ha tenido la Policía Municipal derivados de la fuga y motín, asimismo, informó que se decomisaron 17 armas largas, cuatro armas cortas, diversos vehículos, equipo táctico, más de 990 cartuchos útiles.

Por su parte la fiscalía informó en un comunicado oficial que la autoridad investigadora ha documentado el deceso de 14 personas; entre ellas, 10 oficiales de seguridad y custodia penitenciaria y 4 personas privadas de la libertad (ppl); además, 13 lesionadas y al menos 24 evadidos, quienes se valieron de lo ocurrido para ejecutar acciones en contra de grupos antagónicos.

De acuerdo con las primeras indagatorias, alrededor de las 7:00 horas, sujetos con armas de fuego y a bordo de vehículos blindados, arribaron al Centro Penitenciario, donde dispararon a los oficiales de seguridad.

Minutos antes de lo ocurrido, fue reportado en la Avenida Manuel Gómez Morín, un ataque armado contra elementos de la Policía Municipal, en la que, tras una persecución, se logró la captura de cuatro hombres y el aseguramiento de una camioneta Ford Expedition.

Posteriormente, en la Avenida Panamericana, agentes preventivos repelieron la agresión armada de dos tripulantes de un vehículo tipo Hummer, los cuales fueron abatidos.

El motín y fuga se dio durante la hora de visita familiar, por lo que cientos de familias entraron en pánico al escuchar detonaciones de armas de fuego y corrieron, lo que fue aprovechado por los reos para confundirse entre la población.

Los reos amotinados quemaron colchones, ropa y muebles, mientras que en el interior del penal se escuchan disparos.

Fiscalía asegura que está bajo control la situación en el Cereso No. 3 de Ciudad Juárez

Posterior a las 12 del día la Fiscalía General del Estado informó que en estos momentos se encuentra controlada la situación en el Centro de Readaptación Social No. 3 de Ciudad Juárez, por lo que se iniciaron las investigaciones para determinar el saldo de lo sucedido.

En un comunicado de prensa anunciaron que personal del Ejército Mexicano, de la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y de la Agencia Estatal de Investigación, colaboran con la Fiscalía General del Estado para devolver la tranquilidad en el Cereso.

De igual manera, personal del Servicio Médico Forense y de Servicios Periciales, realizan las labores correspondientes en el interior del Cereso.

La información que se genere de manera oficial, se ira difundiendo de manera oportuna.

Los Mexicles, el grupo delincuencial que estaría peleando por el control del penal

Los Mexicles son una pandilla compuesta principalmente por migrantes mexicanos deportados desde EEUU y se les considera criminales altamente violentos.

Los Mexicles son considerados una pandilla violenta que opera a favor del cártel de Sinaloa, sin embargo, mantiene rivalidades con grupos como Los Chapitos y Los Artistas asesinos, aun cuando trabajan para el mismo bando de narcotraficantes.

Sus rivalidades con grupos similares como los de Barrio Azteca, radica en que su lealtad pandillera obedece a un territorio delimitado, es decir, estos grupos enfocan su atención en la protección de su territorio, que puede ser de unas cuadras o todo un barrio.

El perfil psico-criminal de los integrantes de los Mexicles realizado por la Asociación Mexicana en Psicología Jurídica y Derecho Penal, ayudan a comprender la violencia con la que pueden actuar los integrantes de este grupo.

Ritual de iniciación en los Mexicles

Los estudios indican que el pandillerismo representa un mundo imaginario juvenil el cual es manifiesto en dermografismos de tipo simbólico, es decir tatuajes y rituales de iniciación y en consecuencia para la construcción de identidades y satisfacer una necesidad de pertenencia y reconocimiento grupal.

El tatuaje que indica la pertenencia a Los Mexicles es un águila similar a la que se empleó hace algunos años en la campaña nacional “Hecho en México”, debido a que este elemento refuerza la identidad mexicana entre sus integrantes, pues un buen número de ellos son migrantes deportados.

En la iniciación para los nuevos miembros se incluye pelear con otros integrantes de la pandilla, cometer algún delito o matar a un miembro del grupo rival.

Un integrante de esta pandilla que fue evaluado por especialistas en psicología mencionó que para pertenecer a la “clica” es necesario demostrar que se tiene valor y obediencia la organización.

Los jóvenes que se adhieren a esta pandilla suelen tener necesidades de pertenencia a un grupo y necesidad de reconocimiento, pues por lo general provienen de hogares con familias desintegradas.

Debido a su inclinación a conductas delictivas desde muy temprana edad, estos jóvenes son reclutados en las cárceles, por ello presentan altas posibilidades de reincidencia criminal, además que gradualmente avanzan hacia delitos de mayor impacto.

Una vez inmersos en el ambiente de las drogas y pandillas es usual que pierdan el control de impulsos y su nivel de peligrosidad se vuelva muy alto.

Además, presentan conductas autodestructivas pues sus relaciones emocionales no son sólidas. Su lealtad suele ser en función del territorio.

Otro gran problema que desarrollan los integrantes de las pandillas es la dependencia de las drogas duras, por esa razón suelen acatar órdenes de actos violentos a cambio de dosis de algún tipo de estupefaciente.

Los Mexicles son catalogados como uno de los grupos más violentos en Ciudad Juárez, y esa insensibilidad con la que desempeñan sus roles en la organización podría explicar la frialdad con la que pueden atacar a otras personas fuera del ámbito de las pandillas.

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